1. Cuando llegan al límite del desgaste
¿Sabías que, según la mayoría de las normas en países latinoamericanos, la profundidad mínima de un neumático es 1,6 mm? Si las hendiduras de los surcos están bajo ese límite, es hora de cambiarlos.
2. Si presentan daños
Si hay indicios de agujeros, cortes, hendiduras o deformaciones se deben cambiar a la brevedad los neumáticos.
Aunque un neumático es lo suficientemente resistente, el impacto contra diversos objetos puede ser el causante de daños irreparables. Este tipo de incidencias no se deben subestimar si quieres manejar seguro.
3. Desgaste anormal de los neumáticos
Por lo general, los neumáticos son uniformes en cuanto al desgaste y deterioro. Un desgaste anormal es indicativo de que hay que cambiar a la brevedad estos.
Entre las causas más habituales que generan este desgaste son los hábitos de conducción irresponsable y los problemas de origen mecánico, como presión de aire incorrecta, mal equilibrio de estos o una alineación inadecuada.
4. No son los apropiados para el vehículo
Para una estabilidad óptima del auto, y que no afecte la conducción, los neumáticos deben ser idénticos en cuanto a fabricación, desgaste y tamaño. Si alguna rueda es desigual frente al resto, se debe cambiar.
Recuerda que el cambio se hace de dos en dos y, en casos más complejos, los cuatro a la vez. Según los profesionales, se recomienda cambiar primero el tren delantero y luego el eje trasero, así mantendremos un mejor control del vehículo y reduciremos la pérdida de adherencia.
5. Si presentan signos de envejecimiento
Aunque la duración de un neumático no se puede predecir, ya que son diversos los factores que pueden extender o disminuir su vida útil.
Por ejemplo, el estilo de conducir, la temperatura, el mantenimiento o la presión son algunas variables que determinan esto, y los síntomas más comunes son grietas o fisuras que endurecen la rueda. Cuando pasa esto, el auto perderá su capacidad de agarre al asfalto.
A partir de los cinco años es recomendable revisarlos anualmente por un profesional que determinará el estado de estos.
6. Vibraciones a la hora de conducir
Son diversas las causas que pueden derivar en la vibración del volante cuando conduces, y una de ellas puede ser el desgaste que poseen los neumáticos. La causa principal de esto es porque no fueron rotados adecuadamente.
Para evitar inconvenientes, lo mejor es inspeccionar visualmente el estado de las ruedas. Si presentan algún problema, debes acudir con un profesional para que diagnostique estos. En caso de ser necesario, tendrás que cambiarlos por unos nuevos.
Estos son algunos factores que pueden ser un indicativo de que es hora de cambiar los neumaticos. Es necesaria una revisión visual periódica para cerciorarte de que están en un estado óptimo. Si alguno presenta fallas, lo mejor es cambiarlos por unos nuevos. Así mejorarás tu seguridad y la de tus acompañantes a la hora de manejar.